Un Fin de Semana en Coruña

Para empezar, he elegido nuestro fin de semana en A Coruña, allá por el mes de junio. Pero como se suele decir, «nunca es tarde si la dicha es buena» ¿no?

Ir a Galicia es sinónimo de comer bien, de disfrutar y de pasarlo bien. Es una tierra que me encanta, y siempre que he ido, he vuelto con buenos recuerdos. Quizás es que la tenemos aquí al lado y me recuerda muchísimo a Asturias, pero es un sitio al que siempre volver.

Esta vez, nos fuimos A Coruña, a pasar el fin de semana, y por supuesto, a seguir con nuestras rutas gastronómicas, y nos pareció una ciudad perfecta para hacerlo.

Un fin de semana perfecto a nivel meteorológico, lo que nos permitió disfrutar a tope de la ciudad, visitando los lugares más emblemáticos, y pasear por todas sus callejuelas peatonales, llenas de bares y restaurantes, y con muchísima actividad. Nosotros no somos de playa, así que sólo pasamos por Riazor y Orzán a hacer la foto de rigor y ver que estaban a rebosar de gente.

La mejor forma de conocer una ciudad es pasear y pasear. Me encantan las ciudades costeras con su paseo marítimo, y recorrerlos hasta que terminan. En Coruña, haciendo todo el recorrido, llegaremos a la Torre de Hércules, visita obligada, desde la que disfrutar de unas vistas privilegiadas.

Ciudad muy cuidada, llena de parques y jardines. Aunque nos quedó pendiente subir al Parque de San Pedro, pero siempre hay que dejar algo para próximas visitas.

Pero bueno, nosotros como siempre, con lo que más disfrutamos es con la gastronomía de las ciudades que visitamos, y evidentemente,  Coruña no nos defraudó.

Empezamos nuestra ruta en el Mesón Do Pulpo, que está en la calle La Franja 9, una calle peatonal que desemboca en la Plaza de María Pita.

Mesón Do Pulpo

La calidad de las fotos es mala, porque la luz no era muy buena y con mi móvil no se puede hacer mucho más, pero lo que sí os digo es que todo estaba buenísimo. Percebes, pulpo, navajas… Verdaderos manjares para nuestro paladar. Nos sorprendió que a pesar de estar tan cerca del centro (muchas veces son sitios a evitar), la relación calidad-precio fuera tan buena. Al menos a nosotros nos gustó mucho, y es un sitio apuntado en la agenda para repetir.

Nuestra siguiente parada fue en Namoreira, Rúa de Orzán 68. Aunque no tiene página web, si podéis encontrarlo en Facebook.
Ya que el día anterior habíamos tocado el marisco, había que probar la ternera gallega, y este sitio nos encantó.

Namoreira

Un lugar pequeño y acogedor, que sorprende por la elaboración y calidad de sus platos. Y aunque íbamos sin reserva (las críticas en internet decían que era obligatorio), nos atendieron sin ningún problema.